El bote histórico que se ha acumulado en la lotería Powerball de EEUU ha disparado las ventas y previsiblemente aumentará todavía más un premio que suma ya para el sorteo del miércoles alrededor de 1.500 millones de dólares (1.375,60 millones de euros).
El propietario de un establecimiento de Oak Lawn, a las afueras de Chicago, ha asegurado que “la gente compra por cientos”. “Sólo hoy, hemos vendido más de 1.000 dólares en Powerball, y todavía es temprano”, ha advertido.
La lotería Powerball se vende en 44 estados, Washington DC y dos territorios asociados a EEUU. El miércoles pondrá en juego el mayor bote de su historia y un único acertante puede llevarse más de 868 millones de dólares si elige cobrar el premio en un único pago en lugar de fraccionado durante 29 años.
Cada boleto -de 2 dólares- tiene una oportunidad entre 292,2 millones de salir premiado. La probabilidad es menor que la de morir por el impacto de un asteroide, calculada por los astrónomos del Instituto de Ciencia Espacial en una entre 700.000.
La fiebre, sin embargo, ha llegado hasta la Casa Blanca, donde los periodistas han preguntado al respecto al portavoz presidencial, Josh Earnest. “No tengo constancia de que el presidente haya comprado una participación”, ha respondido Earnest entre risa
