A ritmo de mariachi, Jorge Vázquez coronó el gran fiestón azteca con un soberbio cuadrangular en la novena entrada que rompió el empate para que México venciera ayer 5-4 a Venezuela y conquistara invicto la Serie del Caribe.

“Muy contento de este gran momento que estoy viviendo. México quedó en alto, que es lo importante. Para mí la clave de este triunfo fue la unión, la alegría que se mostró y la confianza del dirigente”, destacó el sinaloense Vázquez luego de pegar el aldabonazo que le dio la victoria a los Venados de Mazatlán sobre los Tigres de Aragua.

En un dramático partido que se escenificó en el estadio Quisqueya Juan Marichal lleno de suspenso y gallardía, que además contó con una gran asistencia de parte de los dos países, los aztecas, que no conocieron la derrota durante sus seis jornadas del Clásico Caribeño a base de un sólido picheo y un bateo oportuno, obtuvieron su cuarto cetro en las últimas seis ediciones de la competencia.

Con las acciones igualadas 4-4, en el noveno episodio, el llamado “Chato” Vázquez se enfrentó ante el relevista Renee Cortez y, en conteo de 2-0, le pescó un rompiente (slider) que resultó en un señor palo que cayó atrás de la cerca del jardín izquierdo para llevar a México a su octavo título de la Serie del Caribe.

A su vez, el piloto de los Venados de Mazatlán, Juan José Pacho, se convirtió en bicampeón del Clásico Caribeño, ya que con los mismos Venados había conquistado el título en 2005. “México ha sido protagonista en estos últimos seis años. Eso habla de un buen desarrollo y un gran compromiso de ponerse el uniforme con mucho respeto.

Ganar el primer partido fue muy motivador, de ahí el conjunto se apostó al campo y el picheo otra vez nos trajo un campeonato”, resaltó Pacho, ganador de cuatro coronas en la Liga Mexicana del Pacífico.

Fuente: elcaribe.com.do / fotos; listindiario