PASO 1. MARCA EL RITMO

No saques la lengua a la primera de cambio. De hecho, el beso empieza antes de besar. Estimula sus zonas erógenas secundarias con las manos, acariciándole suavemente el cuello, la mandíbula o el pelo. Así prolongas la anticipación.

PASO 2. VE SUBIENDO EL TONO

Los besos apasionados comienzan lentamente y se van intensificando. Primero bésale el labio inferior con delicadeza. Así ella respira mejor y puede controlar el beso. Cuando notes que su excitación va en aumento, tócale ligeramente la punta de la lengua con la tuya. El extremo de la lengua tiene más terminaciones nerviosas que la mayoría de partes del cuerpo.

PASO 3. ACTÚA CON EL CUERPO

A medida que el beso se vuelve más fogoso, acércate a ella para que pueda acariciarte la espalda y tirar de ti hacia ella. Para que la excitación siga subiendo, abre la boca para que ella pueda meterte más la lengua. De forma gradual, mueve la lengua más rápido, pero con suavidad. Y no te olvides de que la lengua sirve para más cosas: dile algún cumplido. Puedes alargar e intensificar el beso si haces una pausa para susurrarle piropos al oído, y acto seguido besarle el cuello.