Uno de los huracanes más poderosos en el Atlántico en la historia reciente continúa su trayectoria por el mar Caribe hacia Jamaica y Haití, donde los habitantes se preparan tomando medidas de emergencia y las autoridades ya inician evacuaciones en las zonas amenazadas.

Matthew alcanzó brevemente la máxima categoría de un huracán, 5 en la escala de Saffir Simpson, antes de debilitarse ligeramente a categoría 4, con vientos de 145 millas por hora (240 km por hora ).

Las últimas previsiones apuntaban a un giro de la tormenta hacia el este y la posibilidad de que llegue al extremo suroccidental de Haití este lunes. Se emitió una alerta por huracán para el empobrecido país, que podría enfrentar devastación y las consecuencias de un desastre natural que no vive desde el terremoto de 2010.

La deforestación ha aumentado de forma considerable el riesgo de inundaciones y deslaves en Haití, lo que combinado con las endebles estructuras de muchas viviendas y edificios implica que Matthew podría asestar un golpe devastador al país.

El gobierno haitiano ya ha comenzado las evacuaciones de las áreas más amenazadas, trasladando en botes a los residentes de las islas más pequeñas del sur del país.

Los meteorólogos estiman que Matthew llegará al este de Cuba el martes, con un rumbo que podría hacer que pase sobre la ciudad colonial de Santiago de Cuba y la provincia de Guantánamo, donde Estados Unidos opera una base naval y una prisión militar. Por la tarde del domingo se habían suspendido varios vuelos y los residentes hacían largas filas para acceder a suministros, mientras que las autoridades retiraron señales de tráfico para proteger a la ciudadanía del viento.