El Mundial más largo de la historia de la Fórmula 1 fue para Nico Rosberg. En cualquier otro curso, habría tocado el cielo antes, pero al alemán le tocó contener el aliento hasta el capítulo 21. Tuvo que ganar dos veces el campeonato, después de haberlo tenido en el bolsillo antes del verano. En la regularidad, con un solo abandono, el del doble KO con Hamilton en Barcelona, cimentó su reinado.
Sosteniendo las embestidas de un tricampeón con el que comparte garaje y compartió amistad.
En Abu Dhabi cumplió su parte. Acabó en el podio, sin estridencias, eludiendo batallas en la salida, superando otro espinoso mano a mano con Max Verstappen y resistiendo la estrategia desesperada de Lewis, que congeló la carrera en los últimos asaltos para que Vettel o el propio Verstappen le echasen una mano. No fue así. El Mundial 2016 ya tiene campeón: Nico Rosberg.