Santiago.-La lucha en las calles que por treinta años asumió el Frente Amplio de Lucha Popular y que ha dejado al menos 25 muertes en el Cibao, será ya cosa del pasado.
Víctor Bretón, dirigente popular y vocero de un sector del Falpo, dividido en dos partes, dijo que desde el año pasado, la organización viene trabajando en un proceso de cambio.
Sin dejar de protestar para reclamar reivindicaciones, Bretón reconoce que ya es tiempo de pasar de la quema de neumáticos, derribo de árboles, lanzamiento de basura en las calles a trabajar por la integración de las comunidades.
Entiende que existen métodos como paros, marchas, sin tener que recurrir a la violencia. “Es difícil cambiar treinta años de lucha en las calles, pero hay que ir cambiando estos métodos de violentos. En la población se da niveles de incomprensión y eso es lo que no queremos que siga ocurriendo”, apunta el dirigente popular.
Sin embargo, Raúl Monegro, dirigente del otro sector del Falpo en el nordeste advierte que seguirán el camino de la lucha en las calles de acompañar al pueblo con movilizaciones. “Cuando cambien los gobiernos sus métodos de saqueo, entonces las organizaciones populares, cambiarán a otros métodos”, apunta Monegro.
Entiende que mientras persistan males como la corrupción, la pobreza, la única solución que le dejan al pueblo para exigir sus demandas está en las calles, con huelgas.
Recientemente, el Frente Amplio de Lucha Popular en Salcedo anunció que debido al pedido de los diferentes grupos de la sociedad civil organizada, de esa comunidad, decidieron dar un cambio radical en su modo de lucha. En lo adelante, buscan pasar de los constantes paros que han dejado varias víctimas a reclamos más moderados.
Juan Peña y Nelson Rodríguez, vocero y coordinador del Falpo, respectivamente, proponen a los distintos grupos que tienen incidencia en la provincia Hermanas Mirabal a trabajar en la búsqueda de solución a los problemas pero desde otra perspectiva de lucha que sea menos traumática para la sociedad.
Entiende que las sociedades merecen ser escuchadas, cuando piden que sean cambiados los métodos.
