LeBron James fue recibido en términos generales de manera positiva por los aficionados de Miami, en su primer juego en la ciudad desde que firmó de regreso con los Cavaliers de Cleveland. Luego, afectado por una lesión de la pierna, no pudo evitar que los Cavs perdieran ante el Heat por 101-91 en el juego estelar de la NBA en el Día de Navidad.

Muchos aficionados de Miami le aplaudieron a James cuando salió a calentar antes del juego, y otros le abuchearon. Su presentación antes del partido fue poco memorable. Minutos después, durante una pausa, un video de tributo preparado por la organización de Miami, fue proyectado y allí es cuando los fans se pusieron de pie, haciendo que James agradeciera con su mano en lo alto.

Miami llegó a tener una ventaja de 17 puntos durante el segundo periodo, cuando Dwyane Wade fue la figura con 24 puntos (acabó el juego con 31). Los fans gritaban “¡M-V-P, M-V-P!” cuando Wade se paraba a lanzar tiros libres en la segunda mitad. Otras veces esos gritos eran para James.

Pero los Cavaliers reaccionaron en la segunda mitad, a pesar de que James tuvo que irse al vestidor en el tercer periodo tras sufrir de una aparente lesión de la pantorrilla. No se le vio tan dinámico y Cleveland se vio carente de recursos.

Miami se despegó a 9 puntos faltando menos de cuatro minutos, pero Danny Granger apareció con algunas grandes canastas para que el Heat mantuviera la ventaja. James acabó con 30 puntos y 8 asistencias.