“En este primer año hemos avanzado en el comopromiso asumido de dar acogida a los exinternos penitenciarios que han cumplido condena, a quienes ayudamos con el propósitó de que puedan integrarse nuevamente a la sociedad, siendo entes de paz y personas que respeten los derechos y la dignidad de los demás”, resaltó.
Dijo que la Casa del Redentor también les ofrece atención y seguimiento a nivel espiritual y psicológico a los privados de libertad que se encuentran cumpliendo condena, así como a sus familiares.
La entidad además tiene la misión de desarrollar programas médicos y de formación religiosa en beneficio de los niños, adolescentes, jóvenes y adultos mayores de sectores y comunidades vulnerables de la provincia.
Fray Arístides Richardson agradeció a la Diócesis Mao-Montecristi, la Procuraduría General de la República y la Fiscalía de Valverde, en la persona de monseñor Diomedes Espinal de León, el procurador Francisco Domínguez Brito y la fiscal titular Sonia Espejo, por la acogida y el apoyo brindado para que esta casa sea una realidad en la región Noroeste.