Beyoncé, Miley Cyrus y Nicki Minaj acaparan la atención en la noche en la que la cadena musical reparte sus galardones a los mejores videoclips
llas suelen ser siempre las protagonistas de la alfombra roja, y este año los han sido una vez más en un desfile donde el centro de atención fueron los provocativos vestidos –dejando poco a la imaginación- que lucían muchas de las invitadas. Pero lo que ha quedado claro en esta edición de los MTV Video Music Awards (VMA), celebrada anoche en Los Ángeles, es que los reyes del pop hoy son reinas. Beyoncé y Miley Cyrus fueron las coronadas de una noche donde la presencia femenina también pisó fuerte sobre el escenario
Beyoncé partía como la clara favorita con ocho nominaciones. Aunque al final solo se llevó tres astronautas (la figura que representa el premio de la cadena musical), su actuación de casi 20 minutos en la que mezcló una decena de canciones de su último álbum -rompiendo el récord que estableció Justin Timberlake en 2013- y, sobre todo, su reunión familiar sobre el escenario la convirtieron en la estrella de la noche. La presencia de Jay-Z y la hija del matrimonio, Blue Ivy, para entregarle a la cantante el galardón honorífico Michael Jackson Video Vanguard –que en su día recibieron artistas como Madonna o los Beastie Boys- acaparó todos los titulares. “Buen trabajo, mamá”, le dijo la pequeña. Y antes de decir entre lágrimas sentirse “llena de agradecimiento”, Beyoncé besó a su esposo. Una estampa con la que acallaron los rumores que desde hace semanas apuntaban a la posible separación de una de las parejas más poderosas de la industria musical, y que la diva del pop intentó acallar a través de fotografías en familia publicadas en su perfil de Instagram.