El conjunto de Luis Enrique venía de perder 4-0 en el partido de ida en París, un resultado que hasta ahora había sido una sentencia de muerte en la Champions.
Tres goles antes de cumplirse la hora de juego permitieron al Barsa entusiasmarse con voltear el marcador, antes de que el uruguayo Edinson Cavani recortara a los 62 y torpedeara las esperanzas locales, entonces obligados a marcar tres más. Neymar hizo el cuarto con un tiro libre a los 88, metió el quinto de penal a los 91, y Roberto completó la remontada a los 95.
La gesta europea, apenas una semana después de que Luis Enrique anunciara que no seguirá al timón la próxima temporada, supone un duro golpe para el PSG, que sigue huérfano de títulos continentales y cayó nuevamente a manos de los azulgranas, aunque de forma mucho más trágica que en 2013 y 2015.
Suárez abrió el marcador a los tres minutos y, tras el gol en contra de Layvin Kurzawa a los 40, Messi puso su granito de arena con un penal sobre Neymar convertido a los 50, aunque el olfato de Cavani, con su 38vo tanto de la temporada, comprometió la culminación de la obra azulgrana.
El sueño se tornó pronto pesadilla para el PSG, que encajó el primer gol sin apenas tiempo para acomodarse sobre la cancha, cuando Rafinha colgó un balón desde la derecha y ni Kevin Trapp ni su defensa lograron despejar ante la amenaza de Messi, adelantándose a todos Suárez para peinar por encima del arquero y poner el partido en estado de ebullición.
ESTO ES EL BARÇA!!! pic.twitter.com/eZxNzDg54J
— #D10S (@iD1OS) 9 de marzo de 2017