Los republicanos se hicieron del control del Senado, por primera vez desde 2006, al conseguir los seis escaños adicionales que necesitaban, dominando así ambas cámaras del Congreso.
Su control absoluto no solo les permitirá imponer su agenda conservadora para los próximos dos años sino también torpedear lo que resta del segundo mandato del presidente Barack Obama.
Ha sido una de las noches más amargas para los demócratas y sus aliados, que esperaban un milagro para evitar una derrota.
A pocas horas del cierre de los últimos centros de votación en la costa Oeste, los republicanos ya había logrado los seis escaños adicionales necesarios para recuperar el Senado.
Republicanos reelegidos
El líder de la minoría republicana en el Senado, Mitch McConnell logró la reelección a un sexto término de seis años, frente a su rival demócrata Alison Lundergram Grimes.
En Virginia Occidental, uno de los estados más reñidos para el Senado y donde dominaron los demócratas durante 30 años, ganó la republicana Shelley Moore Capito frente a la demócrata Natalie Tennant.
La segunda derrota demócrata entre esos escaños ocurrió en Arkansas, donde el senador Mark Pryor fue desbancado por el legislador republicano Tom Cotton.
La tercera surgió en Dakota del Sur, de la mano del republicano Mike Rounds, que venció a otros candidatos, incluyendo al demócrata Rick Weiland.
El cuarto escaño que pasó a columna republicana fue el de Montana, donde Steve Daines venció a la demócrata Amanda Curtis.
Colorado, considerado clave para los demócratas, también cayó en manos republicanas con la victoria de Cory Gardner frente al senador demócrata Mark Udall.
Thom Tillis venció a la senadora demócrata Kay Hagan,y con eso los republicanos lograron un total de 51 escaños.
Los demócratas no lograron ganar en estados donde tenían buenas posibilidades matemáticas, como Georgia, Kansas y Kentucky. En Louisiana, la senadora demócrata Mary Landrieu, tendrá que medir fuerzas en una segunda vuelta contra el republicano Bill Cassidy, el próximo 6 de diciembre.
