La embajada de Estados Unidos donó US$47,450 a la fundación Hermanas Mirabal para financiar un proyecto de restauración y preservación de vestidos y piezas que fueron bordadas por Patria, Minerva y María Teresa.

La donación, equivalente a más de RD$2 millones, forma parte de los “Fondos del Embajador de los Estados Unidos para la Preservación Cultural”, que es un premio administrado por el Buró de Asuntos Educativos y Cultural del Departamento de Estado y que fue ganado por la fundación dominicana.

El proyecto para la preservación de textiles de la Casa Museo de las Hermanas Mirabal en Salcedo fue una de las 43 ganadoras en el mundo, de 134 propuestas que se presentaron el año pasado. El acto estuvo encabezado por el embajador de Estados Unidos, James (Wally) Brewster, quien destacó la importancia de mantener vivo el legado de las hermanas que murieron durante la dictadura de Trujillo. “Este museo está reconocido a nivel mundial como un ejemplo de la lucha para eliminar la violencia contra la mujer”, destacó el diplomático.

Recuerdan a Dedé

Es la primera vez que la familia Mirabal conmemora la muerte de las “mariposas” sin Dedé, quien por muchos años fue la historia viva de este acontecimiento. “Mientas Dedé estuvo con nosotros esa tarea era muy simple.
Ella se encargaba de todo. Nadie mejor que ella para contar una y otra vez a los miles de niños la historia de sacrificio de mi madre Patria y mis tías por una mejor República Dominicana”, destacó Noris González quien es hija de Patria Mirabal y actual presidenta de la fundación Hermanas Mirabal.

El año pasado y mientras Dedé estaba viva, el museo de las hermanas firmó un acuerdo con el Museo Memorial de la Resistencia Dominicana (MMRD) para continuar impulsando el legado de las fallecidas durante la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo, el 25 de noviembre del 1960. El MMRD laboró un plan estratégico a cinco años que contempla varias fases que incluyen la catalogación, el proceso de restauración y la aplicación de las medidas necesarias para la preservación de las piezas bajo criterios internacionales.

Al hablar sobre el compromiso asumido por el MMRD, su directora Luisa de Peña, enalteció la “ligazón importante” que existe entre esta entidad y la Casa Museo. “Doña Dedé dedicó su vida a la preservación de la memoria de sus hermanas y pisar detrás de las pisadas de una mujer como Dedé es un gran encargo”.

“El cerebro se protege y el corazón también”

Noris Gonzáles Mirabal recuerda del 25 de noviembre del 1960 solo algunas cosas. “El cerebro se protege y el corazón también”, dice para darle razón a su desmemoria. Ella tenía 16 años. “Estaba en el colegio y fueron a buscarme diciendo que había ocurrido un accidente. Cuando llegué aquí a la casa (en Ojo de Agua, Salcedo) que vi tanta gente… Solo recuerdo mucha gente y estar frente a los féretros y haberlas visto, pero después todo se ha borrado”.