Desde el martes de la semana pasada, 36 personas se han intoxicado con la bebida de fabricación clandestina conocida como “clerén”, y de esas, 24 han fallecido en distintos puntos del país, según confirmó este lun es el ministro de Salud, Rafael Sánchez Cárdenas.
En ese sentido, el funcionario dijo que ayer, dicho ministerio emitió un alerta epidemiológica para evitar que se siga distribuyendo el alcohol adulterado.
Durante la rueda de prensa virtual para ofrecer las últimas estadísticas con respecto a los contagiados y fallecidos en el país por el COVID-19, Sánchez Cárdenas señalón que los casos se han producido en la provincia Santo Domingo y el Distrito Nacional.
Asimismo, indicó que se están realizando muestras en el laboratorio de la Dirección General de Aduanas “para determinar la naturaleza del producto que se ha estado usando y vendiendo el colmados y supermercados del Gran Santo Domingo”.
El clerén y el triculí son destilados de caña muy baratos, consumidos por lo general por la población más pobre tanto en la República Dominicana como en el vecino Haití.
Estas bebidas son realizadas de forma artesanal y clandestina, sin permiso de las autoridades sanitarias, que no las consideran aptas para el consumo humano.
Estas bebidas se pueden contaminar con metanol, un alcohol muy tóxico, cuando el fabricante destila maderas como materia prima o como aromatizante o al añadirle solventes para abaratar el producto.
En diciembre de 2017 se produjo un suceso similar, en el que fallecieron una docena de personas tras tomar clerén en un velatorio en Pedro Santana, un municipio de la provincia de Elías Piña, fronteriza con Haití.
La República Dominicana está en estado de emergencia desde el pasado 19 de marzo debido al COVID-19, enfermedad por la cual el Gobierno ha prohibido actividades de ocio y ha impuesto un toque de queda.
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