La comedia metafísica de multiversos “Everything Everywhere All at Once” (“Todo en todas partes al mismo tiempo”) puso sus dedos de hot dog sobre el premio mayor de Hollywood el domingo, llevándose el Oscar a mejor película en los 95 Premios de la Academia, junto con premios para los actores Michelle Yeoh, Ke Huy Quan y Jamie Lee Curtis.
Aunque estaba a mundos de distancia de ser el clásico señuelo para los Oscar, el ballet anárquico de los directores Daniel Kwan y Daniel Scheinert con bagels, rocas de ojos saltones y una desordenada auditoría fiscal emergió como un improbable peso pesado de los Premios de la Academia. El éxito independiente, el segundo filme ganador del estudio A24 como mejor película después de “Moonlight” (“Luz de luna”), ganó siete premios Oscar en total.
Cincuenta años después de que “The Godfather” (“El Padrino”) ganara en los Oscar, “Everything Everywhere All at Once” triunfó con una experiencia inmigrante muy diferente. Su historia excéntrica sobre una familia de origen chino, es el segundo largometraje de The Daniels, como se conoce al dúo de cineastas, mezcla ciencia ficción y realidades alternativas en la historia de una mujer ordinaria, dueña de una lavandería.
Yeoh se convirtió en la primera mujer asiática en ganar el premio a mejor actriz, recibiendo la estatuilla por su elogiada interpretación en “Everything Everywhere All at Once”. Yeoh, de 60 años y nacida en Malasia, obtuvo su primer Oscar por un papel que requería su talento para la comedia y el drama, así como su habilidad para el kung fu. Es el primer triunfo en la categoría de mejor actriz para una intérprete no blanca en 20 años.
“Damas, no dejen que nadie les diga que ya pasaron su mejor momento”, dijo Yeoh, quien recibió una fuerte ovación del público que se puso de pie.