Un estudiante resultó herido en liceo de Esperanza

Siete puntos de sutura en la parte inferior del labio de un estudiante, fue el resultado de un altercado en el que otro alumno lo cortó con una navaja o cuchilla, similar a la de un sacapuntas, en el liceo Matías Ramón Mella, del municipio Esperanza, provincia Valverde.

Según explicó la madre del menor agredido, cuyo nombre se omite para resguardar la integridad del adolescente según establece la Ley, cuando su hijo regresaba de la cafetería en el recreo, el agresor se le atravesó adelante junto con otro menor, su hijo cruzó para otro lado, y los otros dos lo siguieron, cortándolo con la pequeña navaja.

El día de la pelea, inmediatamente la madre llegó al centro, la familia del menor lo llevó al hospital, donde recibió 7 puntadas de sutura en el labio inferior y parte del mentón. Luego, sus padres realizaron la denuncia ante el Tribunal de Niños, Niñas y Adolescentes (NINA).

En el informe de evaluación del médico legisla, que fue entregado a la familia, se establece que el adolescente fue cortado con una “navaja de yilet”.

La magistrada del Tribunal de Niños, Niñas y Adolescentes de Esperanza, impuso una orden de alejamiento y protección en favor del menor agredido, además, contra el agresor, un período de trabajo social y comunitario en el municipio de Mao, asistir a charlas psicológicas y presentarse con sus padres ante el Concejo Nacional para la Niñez (CONANI).

Según explicó la madre del menor agredido, el día del conflicto había entrega de notas, por lo que se encontraba en el liceo. El adolescente agresor se le acercó preguntándole si ella era la madre del joven, y le dijo que otro estudiante le había dicho que él (el agredido) quería pelear con él (el agresor), a lo que este contestó que habría recibido el mismo mensaje por parte de tercer estudiante.

Poco después de la señora haberse retirado del centro educativo, recibió la llamada de que su hijo había sido cortado, por lo que entiende que “no fue algo que se dio, sino que estaba preparado, no fue un empujón”.

La madre indicó que lo único que exigía del liceo era que se colocaran las sanciones correspondientes, ya que de todos modos, ella y su esposo decidieron mover a su hijo hacia un centro educativo privado, buscando una mayor seguridad para él.

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